jueves, 8 de octubre de 2015

Testimonios de personas

Testimonios de: Claudia Tosco. RESPUESTAS: 1. Fue una buena experiencia, especialmente mientras estaba en 6° y 7° grado, que estaba pupila. 2. La verdad es que a pesar de que éramos chicas, nos divertíamos bastante, mientras las más grandes estudiaban nosotros nos metíamos por todos los rincones, sacábamos un montón de libros de la biblioteca o nos íbamos regar los geranios con la Madre Ángeles, luego cuando se iba, les sacábamos los pétalos y nos los poníamos como uñas de color rojo. Nos íbamos a la capilla y otra de las madres hacía las hostias, nosotras con dos amigas más, nos comíamos lo que sobraba. También hacíamos algunas travesuras como por ejemplo, jugar a carnaval en el dormitorio mientras la madre que nos cuidaba, estaba en la capilla, una noche nos descubrieron y quedamos todas en penitencia. Ni te cuento el reto que nos dieron. 3. Tengo un hermoso recuerdo de la profe de Geografía, que no puedo recordar su nombre, de la profe de matemática (Señora de Pagano), de una profe de literatura, que tampoco recuerdo el nombre. No me gustó matemática, pero si aprendí la importancia de la misma. Si me gustan las otras disciplinas. Me encanta la historia, la literatura y la geografía. También tengo recuerdos lindos de las maestras de primaria, quienes entendía mi condición de pupila y esperaban que el fin de semana trajera los materiales, dinero para algunas cosas, etc. 4. Ingresé en el año 1975. Estuve dos años pupila ,luego en el secundario , viví en Río cuarto, termine el secundario en 1981 5. La fiesta de San José de Calasanz, festejábamos las pupilas. Testimonio de: Silvina Sandroni RESPUESTAS: 1. Mi experiencia fue muy linda, tengo unos hermosos recuerdos de mis maestras, profesores y religiosas. 2. No era permanente, cursaba el horario habitual de 8 hs a 12:30 hs nivel primario y de 7:30 hs a 12:45 hs nivel secundario. 3. Me gustaba mucho la profesora de Geografía (Campmagno) y matemática (Rossi), y la profesora de Educación Cívica (De Rivas). 4. Entre en el colegio a los 8 años en tercer grado, me fui en tercer año. 5. Actualmente celebran el Día de San José de Calasanz y Madre Paula Montal. 6. Me acuerdo que celebrábamos el Día de San José de Calasanz, junto con las Escuelas Pías. Teníamos una misa en la Iglesia San Francisco y después nos juntábamos en la Escuela Pías por la tarde, y teníamos una fiesta, se llamaba Festijor participaban primaria y secundaria. Testimonio de: Milena Alaniz RESPUESTAS: 1. Comencé en el Colegio en jardín de infantes en 1978, hice toda la primaria y la secundaria egresando en 1990. Fuera de mi familia fue el lugar más importante durante toda esa época de mi vida porque allí aprendí a leer, escribir, a relacionarme con las otras niñas, hice amigas y tuve que respetar a las maestras y autoridades, adaptándome a las reglas, Al principio no fue fácil porque era un poco tímida. Recuerdo que como era alta siempre tenía que sentarme en los últimos o penúltimos bancos del aula y eso me hacía sentir en cierto modo que no me veían, que no tenía importancia, quizá porque estaba físicamente lejos de la maestra y me costaba preguntar si tenía dudas. Además eran otras épocas y había por los menos 45 niñas en cada grado y las maestras no podían estar tan atentas a todas las chicas. También tengo innumerables recuerdos lindos como los que se refieren a participaciones en actos escolares, a la preparación para la primera comunión, cuando nos entregaron los evangelios bendecidos y luego una ceremonia especial para la entrega de la cruz que llevaríamos colgada al cuello el día de la comunión. Hasta me acuerdo de como hice la lista de pecados que le leí al cura el día de la primera confesión. Mi maestra de primer grado fue una monja joven pero luego no hubo otras maestras monjas, ellas ocupaban cargos de directora o secretaria del colegio. Eran casi todas españolas con su particular acento y a veces contaban anécdotas de su infancia en España. Realmente yo sentía como propio al colegio, tanto sea su edificio, como su capilla y también tenía un sentido de pertenencia la institución que dura hasta hoy. Y el final de la primaria fue una hermosa experiencia con el viaje a Mallin que fue organizado como campamento (sin carpas) e intercambio con niñas de colegios escolapios de otras ciudades. La secundaria fue una etapa con sus altos y bajos. Adaptarse al nuevo sistema de materias y calificaciones fue difícil. No recuerdo que los profesores hayan tenido especial atención en los alumnos de primer año para esperar a que se acostumbren al nuevo sistema pero particularmente no tuvo problemas para tener buenas notas. En esa época hice mi grupo de compañeras- amigas definitivo, que dura hasta hoy. Compartimos muchas cosas dentro y fuera del colegio y considero que lo que aprendimos a nivel de valores humanos forma parte de mi forma de ser hasta hoy. MI experiencia fue muy buena. Agradezco a mis padres y a Dios haber ido al colegio Cristo Rey. 2. No fui pupila. Cuando yo iba a primer o segundo grado ya no hubo más pupilas en el colegio. 3. Fueron la maestra de primer grado Madre Eudosia porque me enseñó a leer y a escribir, la de segundo grado Norma Tanus por su inmensa dulzura, la maestra de quinto grado Sra. Hay de Cocco de Guerro de quien recuerdo que nos estimulaba muchísimo y yo sentí especialmente que valoró mi trabajo en clase y ayudó a formar mi autoestima . Fue también muy importante la Madre María Simón que nos preparó para la comunión. De la secundaria recuerdo con mucho cariño a la preceptora de primer año Madre Genoveva Cuevas que nos protegía y aconsejaba para bien, a la profesora de historia Sra. de DEMICHELIS porque en sus clases contaba la historia como un cuentito interesante, a la profesora de Matemática y Física Sra. Buffarini de Pagano porque explicaba muy bien y por su exigencia a la hora de evaluar y a la profesora de Educación Cívica Sra. Codo de De Rivas quien me mostro mi vocación profesional. Además destaco la cercanía que tuvimos con Laura Antiga que fue nuestra catequista en 2º y 3º año. 4. Estuve toda la primaria y toda la secundaria. Empecé en jardín en 1978 y termine en 1990. 5. Para mí el festejo anual más esperado en la primaria era el día del estudiante porque el día anterior nos llevaban de picnic generalmente a la playa del rio (Playa Bonita), a donde iban otros colegios también. A las 9y30 o 10:00 de la mañana nos llevaban caminando y allí jugábamos libremente y luego comíamos los sándwiches con gaseosa que llevábamos desde nuestra casa y regresábamos a las 12:00 horas. También estaban los festejos por el día de San José de Calasanz en agosto y Madre Paula en octubre, pero eran vistos más como celebraciones religiosas precedidas por el estudio de la vida de cada uno de ellos, lo que resultaba un poco aburrido como por ejemplo tener que aprenderse los nombres de sus padres y de todos sus hermanos porque nos lo tomaban en evaluación escrita. También en el caso de Madre Paula debíamos rezar a primera hora la novena pidiendo especialmente que fuera “elevada a los altares”. Esto último ya sucedió, quizá fruto de nuestras oraciones. Algunas veces después de la misa y para festejar recuerdo que nos dieron de comer facturas. Eran 2 días de festejos: 25 de agosto y 11 de octubre no había clases y los días inmediatos previos había misa y no había otra actividad escolar. Destaco que en el año 1983 el colegio cumplió 50 años desde su fundación y hubo variados festejos, entre ellos recuerdo que un día –yo iba a quinto grado- se hizo una suelta de globos con mensajes en la que participo todo el colegio y vinieron de la televisión a filmarnos y ese día salimos en el noticiero del mediodía de canal 13. También que en 1989 se cumplió el centenario de la muerte de Madre Paula y se hizo una peregrinación de chicas de todos los colegios de Argentina a Lujan. Fuimos dos colectivos de Rio Cuarto. Allí hubo una misa en la Basílica. Yo portaba la bandera argentina del colegio de Río Cuarto y por eso me ubicaron a un costado del altar, en un lugar de privilegio con las demás banderas. Después se hizo un almuerzo (picnic) en un polideportivo cercano a la Basilica y se presentaron números musicales y de danzas de los diferentes colegios. Con mis compañeras nos reencontramos con las algunas chicas del colegio de Concordia que habíamos conocido en Mallin en 1985. 6. Mi mayor recuerdo escolapio se relaciona con los Festijor que eran festejos realizados junto a los alumnos de Escuelas Pías de Río Cuarto con motivo del día de San José de Calasanz. Participe en ellos los cinco años de secundaria y bastante activamente en su organización. Por la mañana había misa con la presencia de todos los alumnos de los 2 colegios que se hacía en la Iglesia San Francisco para que entráramos todos y por la tarde, comenzando a las 14 y 30 horas había competencias de deporte y otros rubros por cursos en las Escuelas Pías. Así primer año jugaba contra segundo y cuarto contra quinto. Se competía en pelota al cesto, futbol y dibujo y algo más que no recuerdo. Cuando yo iba a cuarto y quinto año hicimos también una competencia para que participen los que eran más estudiosos y no tan hábiles en deportes, eran preguntas sobre la vida de Calasanz u otros temas. Cada competencia daba puntaje para el curso. Se sumaban los puntos que obtenían chicas y varones. También se formaban grupos de música que podían ser mixtos y se tocaban y cantaban canciones conocidas como rock en castellano o inglés que recibían puntuación. Esto se hacía en el salón de actos de Escuelas Pías y resultaba ser como un festival de música para adolescentes aunque algunos grupos sonaban bastante mal. Al final, ya como a las 21 y 30 horas se sumaban todos los puntos conseguidos por cada curso y se coronaba al curso campeón que generalmente era 3º año y ello se debía –supongo- a cierta ventaja física que tenían los de ese curso por competir con chicos menores que ellos, lo que les daba más posibilidades de sumar puntos en las competencias deportivas. Mi curso fue campeón en tercer y en quinto año y lo festejamos mucho. Anécdotas de los Festijor tengo varias, puedo decir que tanto leer en la primera lectura de la misa la mañana como subirse al escenario de la parte musical a la noche delante de los 2 colegios era una experiencia fabulosa. Además en una época el viernes o sábado siguiente al Festijor se hacía una fiesta en algún boliche para ir bailar y generalmente iba casi todo el curso que se “guardaba los permisos” de los padres para no perderse esa fiesta. Eran muy divertidas. Reflexión: Chicas quiero contarles que la mayor impronta escolapia que me quedó es la admiración por la vida y la persona de San José de Calasanz. Hoy que soy mayor todavía me conmueve aquella anécdota que nos contaban las monjas y que dice que el santo fue a Roma buscando escalar en su carrera sacerdotal (ser Obispo por ejemplo) y que llegó vestido con capa de seda y zapatos con hebilla de plata. Y que en Roma encontró que los niños pobres estaban solos en la calle, sin poder estudiar y condenados a un futuro de ignorancia, trabajo casi servil y de violencia (la que surge de las reglas propias de la calle). Por ellos abandono su sueño, aquel para el que se había preparado y estudiado toda su vida y se dedicó a educarlos en la más absoluta pobreza. Es decir terminó haciendo todo lo contrario a lo que era su objetivo inicial por amor a los niños. También que cuando ya era anciano le quitaron a su orden la autorización papal y el santo en cambio de quejarse siguió alabando a Dios. Por eso lo llaman el “Job del nuevo testamento”, es decir lo comparan con el personaje de la Biblia que dice “El Señor me lo dio, el Señor me lo quito. Bendito sea su nombre”.

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